Cómo saber si un coche usado está en buen estado

Comprar un coche de segunda mano puede ser una excelente decisión financiera o una pesadilla costosa. En un mercado en auge, donde las ventas de vehículos usados superan ampliamente a las de nuevos, es más importante que nunca saber evaluar el estado real del automóvil antes de firmar cualquier papel.

Si estás pensando en comprar un coche usado en Salamanca, por ejemplo, esta guía te ayudará a identificar los aspectos clave que debes revisar para asegurarte de que el vehículo esté en buen estado y no esconda problemas mecánicos, legales o estructurales.

La inspección visual es el primer filtro. Aunque a simple vista un coche pueda parecer bien cuidado, los detalles cuentan. Observa cuidadosamente la pintura y la carrocería, buscando diferencias de tono o brillo que puedan indicar un repintado. Las abolladuras, arañazos y zonas con óxido, especialmente en los bajos, pueden alertar sobre daños previos o falta de mantenimiento. Revisa también la alineación de las puertas, el capó y el maletero. Si algo no cierra correctamente o se ve desajustado, es posible que el coche haya sufrido un accidente. Examina los cristales y los faros para detectar fisuras, condensación o daños, y verifica que los neumáticos tengan un desgaste uniforme. Un desgaste irregular podría señalar problemas de alineación o suspensión.

Bajo el capó, incluso sin ser mecánico, puedes detectar señales importantes. Comienza revisando el nivel y estado del aceite. Si está bajo, muy oscuro o con burbujas, podría haber problemas internos o falta de mantenimiento. El refrigerante debe tener un color limpio y uniforme —verde, rosado o azul, según el tipo— y nunca debe estar marrón ni contener partículas. Las correas y mangueras no deben presentar grietas ni estar excesivamente resecas. Por último, busca posibles fugas bajo el coche y alrededor del motor.

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El historial de mantenimiento es la hoja de vida del vehículo. Un coche bien cuidado debería tener un libro de revisiones al día, preferiblemente acompañado de facturas con fechas, talleres y kilometraje. Consulta la última ITV para conocer si hubo defectos graves o repetidos, y comprueba el número de bastidor (VIN) en la documentación y en el vehículo para asegurarte de que coincidan. Ese número también puede ayudarte a verificar el historial en portales especializados o a través de la DGT.

Uno de los fraudes más comunes en el mercado de segunda mano es la manipulación del cuentakilómetros. Algunas pistas para detectarla incluyen el desgaste excesivo del volante, los pedales o los asientos en relación con los kilómetros que marca. Si el coche dice tener 60.000 km pero muestra señales de uso intensivo, algo no encaja. También es importante comparar el kilometraje actual con el registrado en las revisiones anteriores. Además, revisa si el cuadro de instrumentos ha sido manipulado; tornillos marcados o plásticos sueltos pueden ser una mala señal.

La prueba de conducción es el momento clave para detectar fallos ocultos. Siempre debes conducir el coche antes de comprarlo, idealmente con el motor en frío. Un coche con problemas suele tener dificultades para arrancar en estas condiciones. Escucha sonidos extraños durante la marcha: zumbidos, golpeteos o vibraciones pueden delatar averías en la suspensión, dirección o transmisión. El coche debe frenar en línea recta y sin tirones, y las marchas deben entrar de forma suave. Si es automático, no debe haber tirones ni ruidos inusuales al cambiar. Aprovecha también para comprobar que todos los elementos eléctricos —luces, elevalunas, climatizador— funcionan correctamente.

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En cuanto a la documentación legal, asegúrate de que el coche no tenga cargas pendientes. Solicita el permiso de circulación y la ficha técnica actualizados. También puedes pedir un informe de la DGT, que incluye información sobre multas, embargos, reserva de dominio o si el coche ha sido dado de baja temporal o definitiva. A la hora de firmar, el contrato de compraventa debe incluir todos los datos relevantes: precio final, kilometraje, estado del vehículo y si existe alguna garantía, aunque sea entre particulares.

Comprar un coche de segunda mano no es una tarea sencilla, pero tampoco debe ser una apuesta a ciegas. Con un poco de tiempo, paciencia y atención a los detalles, es posible encontrar vehículos en excelente estado a precios mucho más asequibles que los nuevos. Lo importante es no precipitarse, hacer las preguntas correctas y, si es posible, contar con el asesoramiento de un profesional o un mecánico de confianza.

En tiempos de inflación y precios al alza en el sector del automóvil, encontrar una buena oportunidad en el mercado de ocasión puede suponer un gran ahorro. Pero como en toda inversión, el conocimiento y la preparación son la mejor garantía.

¿Estás pensando en comprar un coche usado? Tómatelo con calma y no te dejes llevar solo por la apariencia. Un buen coche es mucho más que una carrocería reluciente.