
La Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha llevado a cabo una investigación que pone de manifiesto una desigualdad de género en la respuesta política a las demandas de la ciudadanía, evidenciando una menor atención a las solicitudes realizadas por mujeres.
Según una de las investigadoras, Berta Caihuelas Navajas, del Departamento de Ciencias Sociales de la UC3M, «sabíamos que existían diferencias en la respuesta política a las demandas de la ciudadanía en función de la clase social y el nivel de ingresos, pero la dimensión de género ha sido menos estudiada».
Objetivos del estudio
El propósito del estudio es determinar si los políticos tienden a favorecer más las preferencias de los hombres que las de las mujeres. Los resultados han confirmado que, efectivamente, esto ocurre, especialmente en temas donde hay una gran discrepancia de opinión, como en aquellos relacionados con la igualdad de género.
Los investigadores encontraron que «por cada punto porcentual que aumenta la diferencia entre hombres y mujeres a favor de los hombres, hay un 1,5% más de probabilidad de que se apruebe una política pública en favor de los hombres». En contraste, «cada punto porcentual que incrementa la diferencia a favor de las mujeres reduce la probabilidad de aprobación de la política pública en un 1,1% de media», añadió Caihuelas.
Atención a las demandas de las mujeres
La investigación también reveló que las demandas de las mujeres, especialmente aquellas en situaciones socioeconómicas más vulnerables y de clase social más baja, son las que reciben menos atención por parte de las élites políticas. Esto refuerza una doble discriminación que se basa tanto en el género como en el nivel socioeconómico, según los hallazgos de la UC3M.
Los autores del estudio, publicado en la revista European Journal of Politics and Gender, también se propusieron investigar si la ideología política del gobierno en el poder o la presencia de más mujeres en el Congreso influían en la respuesta a las demandas del género femenino. «Los datos han mostrado que ni la ideología del gobierno ni una mayor representación de mujeres en el Congreso parecen tener un impacto significativo en la respuesta a las demandas, lo que sugiere que la desigualdad de género no se corrige automáticamente con estos factores», explicó Alejandro Tirado Castro, investigador del CSIC.
Análisis de datos históricos
Para esclarecer los mecanismos que podrían influir en la diferencia de respuesta de los políticos según el género del demandante, Caihuelas y Tirado analizaron datos de encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que abarcaron un periodo desde 1978 hasta 2018.
Tras examinar los datos acumulados durante cuatro décadas, los investigadores formularon varias hipótesis. Una de ellas sugería que las demandas de los hombres podrían ser priorizadas por los partidos políticos debido a que son percibidos como votantes más activos. Sin embargo, los datos del CIS indican que la participación electoral es similar entre ambos géneros, lo que lleva a los investigadores a concluir que la causa más probable de la «brecha de respuesta» se debe a la menor presencia femenina en actividades de presión política, como el contacto con políticos, las manifestaciones o la pertenencia a asociaciones y sindicatos.
Este factor podría dificultar la transmisión de las demandas de las mujeres a las esferas de poder. No obstante, los investigadores advierten que este aspecto debe ser analizado con mayor profundidad para comprender las barreras que impiden una representación más equitativa.
