Madrid, 15 de septiembre – Una operación policial masiva llevada a cabo por la Policía Nacional en el barrio de Lucero, en el distrito de Latina, terminó ayer con la detención de 35 personas y el registro de 21 viviendas. Esta intervención, que también incluyó la incautación de casi tres kilos de cocaína, heroína y otras sustancias estupefacientes, ha sido considerada por las autoridades como un golpe significativo contra el tráfico de drogas en la capital. Además de los estupefacientes, se confiscaron armas blancas, varios vehículos y una gran suma de dinero en efectivo.
La operación, fruto de un año de investigaciones y seguimientos, involucró a 288 agentes de diferentes unidades especializadas, como los Guías Caninos, Caballería, la Unidad de Intervención Policial (UIP) y el Grupo de Estupefacientes. El despliegue tuvo lugar a primera hora del viernes, cuando los efectivos policiales irrumpieron simultáneamente en las viviendas ubicadas en las calles de Cullera y Cuarto de Poblet.
Un chalé en Casarrubios, Toledo, empleado como almacén de la droga, también fue registrado en esta redada, conocida por atacar uno de los puntos de venta de heroína más grandes de la región. Aunque no se encontraron armas de fuego, las armas blancas confiscadas subrayan la peligrosidad de las actividades delictivas que ocurrían en estas viviendas, muchas de ellas okupadas y vinculadas al clan de los Jiménez, un grupo que lleva años operando en el menudeo de heroína en la zona.
Impacto en el barrio de Lucero
Los vecinos del barrio de Lucero han sido testigos directos de esta operación, que comenzó a las 7:00 de la mañana y despertó a gran parte de la población. “Los golpes nos han despertado a todos”, comentó Aurelio, uno de los vecinos, mientras que otro residente describió cómo vio a varias personas arrestadas, incluidas cinco personas engrilletadas y un menor. Algunos de los detenidos, al verse acorralados por la Policía, intentaron deshacerse de la droga tirándola por las ventanas o escondiéndola en las unidades de aire acondicionado, según comentaron testigos presenciales. “La cocaína llovía por las fachadas”, narró uno de los vecinos, quien presenció la dramática escena desde su balcón.
No obstante, no todos los residentes del barrio recibieron con alivio la redada. Algunos de los arrestados amenazaron a los vecinos por colaborar con la Policía, lanzando gritos de represalia desde la calle. “Chivatos, vais a pagar por esto que habéis hecho”, gritó uno de los detenidos, lo que provocó la intervención inmediata de los agentes.
Los vecinos llevaban tiempo denunciando la situación de los narcopisos, los cuales habían generado una espiral de criminalidad que incluía robos, peleas, ruidos y okupaciones. Este foco de drogas, que había afectado gravemente la calidad de vida en Lucero, se había convertido en un problema de seguridad pública y convivencia.
Reacciones de las autoridades
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, calificó la operación como «muy importante» y destacó la cooperación de diversas unidades policiales en su desarrollo. Martín señaló que, debido a la naturaleza secreta de las actuaciones judiciales, no se podrá ofrecer más información hasta que los registros se culminen y la autoridad judicial lo permita. Por su parte, la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, afirmó que la operación era necesaria para mejorar la seguridad en Lucero y aseguró que el Ayuntamiento está acelerando la instalación de cámaras de videovigilancia en la zona, con el objetivo de tenerlas en funcionamiento a principios de 2025. «Hemos recortado todos los plazos al máximo», subrayó Sanz, dejando claro el compromiso municipal con la seguridad del barrio.
Un golpe importante, pero el trabajo continúa
La macrorredada en Lucero es solo una parte del esfuerzo continuado de la Policía Nacional por desmantelar las redes de tráfico de drogas que operan en la capital. A pesar del éxito de la operación, las autoridades subrayan que queda mucho por hacer para erradicar por completo estas actividades delictivas. Mientras tanto, los vecinos del barrio de Lucero esperan que esta intervención marque el principio de un cambio duradero en su comunidad, y que, tras años de vivir en un ambiente de inseguridad, puedan finalmente recuperar la tranquilidad.
La Policía Nacional continúa con las investigaciones y se espera que en las próximas semanas se arroje más luz sobre los resultados finales de la operación.