La lluvia no detuvo la fuerza del 8M: mujeres en pie de lucha por un año más

Los paraguas morados y lilas comenzaron a llenar las calles en las cercanías de Atocha a primera hora de la mañana, marcando el inicio de la manifestación del 8M de 2025. Desde ese momento, una multitud de personas se congregó para dar inicio a esta importante jornada.

A pesar de la incesante lluvia que parecía querer ser la protagonista del día, la manifestación se llevó a cabo con un fuerte sentido de unidad. En un 8M que se caracteriza por un año difícil para el feminismo, tanto desde la izquierda como desde la derecha, se escucharon gritos de protesta que resonaban con fuerza: «no estamos todas, faltan las asesinadas» y «si nos tocan a una, nos tocan a todas».

Confusión y determinación en la marcha

Los primeros momentos de la manifestación estuvieron marcados por cierta tensión, ya que solo se había cortado el Paseo del Prado en dirección ascendente. A diferencia de años anteriores, donde se permitía el tránsito por ambas direcciones, esta vez la situación generó confusión e indignación entre las manifestantes, quienes se vieron apretujadas en el espacio habilitado. En cuestión de minutos, la calle que no había sido cerrada se llenó de manifestantes que, en respuesta a las circunstancias, bloquearon el paso a los vehículos con gritos de «si no las cortan, las cortamos nosotras» y «estabais avisados».

Así comenzó una marcha que se prolongó por más de dos horas. La convocatoria oficial de la Comisión 8M había citado a las participantes a las 12:00, pero la multitud comenzó a movilizarse antes de lo previsto. A las 14:00, aún se estaban incorporando manifestantes en la Gran Vía.

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Asistencia y clima adverso

Las estimaciones sobre la asistencia a la manifestación varían considerablemente: mientras que la Comisión 8M reportó alrededor de 80.000 asistentes, la Delegación de Gobierno redujo la cifra a 25.000. Estas cifras, que continúan en descenso, se atribuyen en parte a las adversas condiciones climáticas. A pesar de la lluvia, las feministas llegaron preparadas, con gorros, guantes, chubasqueros y paraguas lilas, y muchas pancartas estaban protegidas con plástico para evitar que se empaparan. Por la tarde, también tuvo lugar otra manifestación convocada por el Movimiento Feminista, que enfrentó las mismas inclemencias meteorológicas.

Ambas marchas se caracterizaron por la inclusión de lemas que, a través del humor y el sarcasmo, abordaron problemáticas sociales. Entre los gritos se escucharon frases como «Manolo, Manolito, la cena tú solito» y «estoy hasta las tetas de hacerte las croquetas», así como una referencia a unas declaraciones del alcalde de Madrid en un programa de televisión: «Almeida, pepero, recoge el tendedero».

Un contexto preocupante para el feminismo

Los datos sobre violencia de género continúan siendo alarmantes. El año 2024 cerró con 48 víctimas mortales a causa de esta violencia, mientras que en 2023 la cifra fue de 58 mujeres asesinadas. En lo que va de 2025, ya se han registrado dos asesinatos, uno a manos de una pareja y otro por parte de una expareja.

Estos desgarradores datos afectan profundamente a las manifestaciones por la igualdad. Además, las denuncias contra figuras públicas como Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero también fueron temas relevantes durante la marcha, así como el mediático caso de Dominique Pélicot, condenado a 20 años de prisión por violar, drogar y grabar a su mujer.

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