
Hasta el 9 de marzo, se presenta en los Teatros del Canal una obra que explora el trauma de la violación a una mujer y el proceso de restauración de su vida. Ella, enmarcada en una semana de concienciación, es un teatro musical dirigido por Albert Boadella y protagonizado por la soprano y actriz María Rey-Joly. Juntos crean en la Sala Negra de estos teatros un ambiente cargado de desasosiego, desazón e incertidumbre, todo ello acompañado por la música.
La sala, repleta de espectadores, se deja llevar durante hora y media por la poderosa voz de Rey-Joly, mientras el violín y el piano, instrumentos que acompañan la obra, sumergen al público en una experiencia inmersiva.
Trayectoria de la obra
Desde finales de la pasada década, Rey-Joly y Boadella han consolidado con éxito una fórmula teatral y musical que comenzó con ¿Y si nos enamoramos de Scarpia? (2019), seguida de Diva (2021), centrada en la figura de la cantante María Callas, y Malos tiempos para la lírica (2023).
La soprano fue quien propuso esta nueva creación a Boadella, fundador de la compañía Joglars y autor del guion de Ella, en colaboración con Martina Cabanas, quien ha trabajado estrechamente con Boadella como codramaturga y asistente de dirección en varias de sus producciones.
La música como vehículo narrativo
En un juego de ida y vuelta, el personaje de esta mujer sin nombre alterna entre el canto y la palabra, interpretando canciones de compositores como Poulenc, Schubert, Strauss, Bernstein, Britten, Saint-Saëns y Kurt Weill. Según Albert Boadella, “se convierten para el personaje en un grito de libertad”.
Una espectadora, al finalizar la función, comentó: «La música ofrece una perspectiva diferente a lo que se narra, es como si sintieras todo más intensamente». Durante la representación, la música acompaña a la protagonista, interpretada por Rey-Joly, quien está constantemente respaldada por el piano de Rubén Sánchez-Vieco y el violín de Alfredo Ancillo.
El poder sanador de la música
“Hay muchas personas que, al ser introducidas en una cámara de resonancia magnética, alivian su angustia cantando. Esto sucede porque la música y el canto generan efectos muy beneficiosos para restablecer el equilibrio tras un evento doloroso. Bajo esta premisa hemos construido la historia de Ella”, se menciona en la nota de prensa.
A lo largo del relato, en torno al acontecimiento traumático, se crea un juego que permite explorar el presente, pasado y futuro de esta mujer. Ella se refugia en su canto para poder avanzar y enfrentar lo que ha vivido. La música se convierte en un elemento que nos transporta a una relación indefinida con el tiempo.
Albert Boadella: un referente del teatro
Albert Boadella comenzó su formación en el Theatre National de Strasbourg y en estudios de expresión corporal en París. En 1961 fundó la emblemática compañía Els Joglars, desarrollando una prolífica carrera como actor, director, escenógrafo y dramaturgo durante más de cinco décadas. A través de 35 obras, películas y series de televisión, ha creado un estilo personal que combina sátira, comedia y tragedia, reconocido en giras internacionales por Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
En 2007 asumió la dirección artística de los Teatros del Canal y del Teatro Auditorio San Lorenzo del Escorial, donde presentó producciones líricas innovadoras como Una noche en el Canal, Amadeu, El pimiento Verdi, Don Carlo y El pintor.
María Rey-Joly: una destacada soprano
María Rey-Joly, originaria de Madrid, ha estudiado violín, piano y canto, perfeccionándose con maestros como Gundula Janowitz, Brigitte Fassbaender y Plácido Domingo. Ha sido galardonada con prestigiosos premios, incluyendo el del Concurso Internacional Francisco Alonso. Su repertorio abarca desde Mozart hasta Wagner, destacando en obras como La flauta mágica, Così fan tutte, Don Pasquale y Don Carlo. En el ámbito de la zarzuela, es reconocida por sus interpretaciones en Doña Francisquita, Luisa Fernanda y La verbena de la Paloma.
Además, ha interpretado papeles protagónicos en producciones de Albert Boadella como El Pimiento Verdi, Don Carlo, Diva y Y si nos enamoramos de Scarpia.
